Tecnologías como la inteligencia artificial están formadas por nuestras sociedades, normas y culturas en formas que son obvias y difíciles de medir.
Por Katie Clancy
Tecnologías como la inteligencia artificial están formadas por nuestras sociedades, normas y culturas en formas que son obvias y difíciles de medir. Los sistemas de AI reflejan los sesgos que pueden influenciar quienes tienen acceso a financiamiento, servicios o oportunidades y pone en riesgo amplificar las desigualdades sociales relacionadas a género, etnia, nivel socioeconómico de maneras que no podamos cambiar en el futuro. Explicamos como estos sesgos vienen arraigados en los algoritmos. Finalmente, vemos como principios feministas y metodologías pueden intersecarse con el diseño, desarrollo y despliegue de AI para reflejar la visión del futuro que queremos ver y como podemos medir el impacto de estas herramientas a la larga.